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Sergio Silva Bascuñán: Caballero Comendador de la orden de San Gregorio Magno

El Liceo Sergio Silva Bascuñán de la comuna de La Pintana, lleva este nombre en homenaje al destacado profesional y empresario con vocación gremial y social, nacido en la ciudad de Talca. Finalizados sus años escolares, Don Sergio Silva Bascuñán se traslada a Santiago a estudiar Ingeniería Civil en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde junto a algunos compañeros, comienza a gestar el proyecto que materializaría en el año 1938, al formar la Empresa Constructora DESCO Ltda.

DESCO Ltda. exhibe hoy con orgullo una trayectoria de más de 60 años de prestigio y progreso, que se expresan tanto en grandes obras inmobiliarias, industriales, portuarias y de infraestructura, como en la inquietud social que plasma en diversas iniciativas internas, entre ellas, la creación del Comité de Empresa y de Obras que permite un real acercamiento de los trabajadores con los ejecutivos y socios. En 1951, el destacado empresario integra el grupo de fundadores de la Cámara Chilena de la Construcción, participa activamente en los Comités Gremiales y en la Comisión de Acción Social, desde donde crea e impulsa el establecimiento de la Asignación Familiar, primero en su empresa y luego para los obreros de la construcción, iniciativa que finalmente se convirtió en Ley para todos los trabajadores del país.

La trayectoria gremial de Don Sergio Silva Bascuñán se confunde con la historia misma de la Cámara Chilena de la Construcción, ya que participa en la gestación de varias de sus actuales entidades. Entre 1978 y 1980, ejerce la Presidencia de la Cámara, período en el que crea la Corporación Deportiva y, con una visión regional, las Delegaciones de Calama y La Serena. Especial mención merece durante su gestión, la formación y desarrollo de la Sociedad de Inversiones, hoy conocida como INVESCO. Su trayectoria gremial y social también se expresa en las presidencias de la Confederación de la Producción y el Comercio, de la Caja de Compensación de Los Andes y de la Unión Social de Empresarios Cristianos – USEC.

A lo largo de su vida, recibe reconocimientos de la Cámara Central de Comercio, del Ministerio de la Vivienda, del Instituto de Ingenieros de Chile y el Premio ICARE. En el año 1983, la Cámara Chilena de la Construcción le concede la Medalla de Oro, máxima distinción que se otorga a quienes, actuando desde el sector privado, entregan su talento y esfuerzo para beneficio del país. Pero la distinción que lo embargó de emoción, fue el reconocimiento otorgado por el Santo Padre – el papa Juan Pablo II-, al nombrarlo Caballero Comendador de la orden de San Gregorio Magno, por su permanente apoyo y servicios a la Iglesia de Chile. Sergio Silva Bascuñán, además de ser un destacado profesional que trabajó con esmero y dedicación en todo cuanto emprendió en su vida, fue un hombre profundamente cristiano que se comprometió con todo su corazón, por 51 años, con su esposa Anita Alcalde, para sacar adelante a su extensa familia de nueve hijos y a un número siempre creciente de nietos y bisnietos.